Desde que fue reinaugurado en junio de 1999, el tradicional estadio Joaquim Américo, conocido como Arena da Baixada, tiene la reputación de ser uno de los más modernos y mejor estructurados de Brasil.
No sorprendió a nadie, por tanto, que la casa del Atlético Paranaense, construida en su versión original en 1914, estuviese entre las elegidas para servir de sede a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014.
Para esta competición se han previsto algunas reformas. Se amplió la capacidad para 42.000 personas y se construyó un business center, un restaurante, un centro comercial y un estacionamiento con capacidad para 1.900 vehículos.
Su coste ha rondado los 100 millones de euros y el diseño recayó en el arquitecto de origen uruguayo, aunque afincado en Brasil, Carlos Arcos.
Lo impresionante del proyecto, es ver como el arquitecto logró integrar formalmente el estadio original con las extensiones. Lo logró resolviendo cada elemento como un prisma, lo que hace mucho más sencilla y natural la integración entre las partes y con el entorno.
Carlos Arcos apuesta a resolver las fachadas de forma uniforme, salvo en el sector del acceso principal, el cual es debidamente jerarquizado con una caja translúcida que sobresale notoriamente por encima de él.
Debido a que el predio del estadio, está rodeado por vecinos en la mayor parte de su perímetro, se puso especial cuidado en el diseño de los sectores que lo vinculan a la calle, especialmente el acceso principal por la calle Buenos Aires.
Respecto al techo retráctil, éste fue desarrollado por la empresa brasileña Andrade Rezende, que lo describe de la siguiente forma: “…el nuevo estadio contará con dos entramados espaciales centrales de 200 metros de luz, 10 metros de altura y 4 metros de ancho, que sostendrá otros 42 entramados secundarios, responsables por la fijación de los elementos de policarbonato que cubrirán totalmente las tribunas. Todos los entramados contarán con un sistema de diagonales en barras tensionadas, garantizando la levedad al sistema estructural”.
Para describirlo de una forma más simple, el estadio tiene todas las tribunas techadas, mientras que por encima el techo de las cabeceras, se encuentran las dos mitades del cerramiento del campo de juego en si mismo. Estas mitades se mueven sobre rieles para cerrar completamente el estadio.
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